¿Cuál es la diferencia entre gasto fijo y gasto variable?

Conocer cuáles son tus gastos fijos y variables te ayudará a ahorrar y a lograr una mayor estabilidad financiera. Además, al tener claridad sobre tus egresos, puedes administrar mucho mejor tus ingresos y planear tus metas financieras con tranquilidad.

Uno de los principales objetivos de diferenciar un gasto fijo de uno variable es poder saber qué gastos puedes eliminar, los cuales, por lo general, son los variables. Una vez que los tengas identificados, puedes darte a la tarea de armar un presupuesto personal para llevar control de tus finanzas.

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Los gastos fijos son…

Todo aquello que no puedes dejar de pagar mes con mes. Por ejemplo, el pago de servicios -agua, luz, electricidad, Internet-, la renta o hipoteca, las colegiaturas, la compra de medicinas y el pago de créditos. En el caso de dejar de pagar por los servicios, corres el riesgo de que las compañías los corten; mientras que, al dejar de pagar créditos activos, los intereses se pueden volver una bola de nieve imposible de detener.

Los gastos variables son…

Todo lo contrario a los gastos fijos, ya que estos sí los puedes mover para otro mes o, de plano, prescindir de ellos. Algunos ejemplos son comprar artículos de los que no dependa tu salud o tu seguridad -ropa, tecnología o electrodomésticos-, sacar a crédito un boleto para un concierto o remodelar tu casa.

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¿Cómo afecta a un negocio el no saber la diferencia entre costo fijo y variable?

Estar al tanto de cuáles son los gastos variables de los que puedes prescindir no solo es importante para una persona física, también es indispensable para los dueños de negocios. Desconocer estas diferencias podría ocasionar una mala toma de decisiones que afectaría al negocio.

Si eres dueño de un micronegocio o estás en busca de emprender uno, es importante que mantengas los gastos bajo control. Aquí algunas recomendaciones que te ayudarán a tener un buen equilibrio financiero en tu negocio.

1. El pago por los servicios de tus empleados, el pago por la materia prima que necesitas para producir bienes o servicios y el pago de renta por el local en el que se encuentre tu negocio son gastos fijos. Al darles prioridad y no dejarlos de pagar, garantizas la estabilidad de tu negocio.

2. Toma en cuenta que el gasto por materia prima puede variar; sin embargo, considerar una cantidad fija cada mes te ayudará a llevar un mejor control.

3. Considera que, un gasto fijo que se puede reducir es el pago de electricidad. Por ejemplo, durante los meses más calurosos es común tener que pagar más luz por el uso de aire acondicionado; sin embargo, este es un gasto que puede ser menor durante otros meses.

4. En general, reducir gastos fijos y variables hará mucho más rentable tu negocio y te ayudará a obtener ganancias más altas.

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