Tal vez porque es un tema que no atrae nada, pero la realidad es que muy poca gente se preocupa por saber cómo obtener un crédito responsable. De hecho, se sabe que en México, 62 de cada 100 personas no tienen educación financiera.
Por necesidad o deseo de comprar, muchos aceptan créditos sin evaluar adecuadamente, resultando en deudas insostenibles y mala reputación. Este comportamiento limita futuros préstamos. Evita esta situación con 11 consejos para obtener créditos de manera responsable.
La obtención de un préstamo responsable comienza desde que decides solicitarlo. Así que si ya tienes la idea en la cabeza, ponte a prueba para identificar si de verdad lo necesitas o es un capricho.
Entonces, hazte esta pregunta: ¿Para qué necesito el crédito?
Antes de solicitar el crédito, evalúa tus gastos frente a tus ingresos. Puedes imprimir estados de cuenta y compararlos con tus comprobantes de ingresos o simplemente recordarlos. Esto te ayudará a determinar tu capacidad de pago y asegurar que puedas cumplir con los pagos mensuales.
El siguiente paso es tomar en cuenta los financiamientos que actualmente tienes (si es que los tienes), porque una cosa es tener buen sueldo y otra es tenerlo disponible.
Te recomendamos tomar papel y làpiz y hacer una lista. Del lado izquierdo vas a poner cada uno de los financiamientos que tienes activos: tarjetas de crédito, planes de telefonía, televisión por cable, hipotecarios, automotrices, etc.
Del lado derecho, junto a cada crédito, anota el saldo pendiente de cada uno. Por último, haz una tercera columna, a la derecha del saldo pendiente, y escribe cuánto y cómo lo estás pagando.
Si después de hacer la lista crees que tienes el potencial para sumar otro crédito a tu historial, contempla un “obstáculo” más.
Además de las compras de impulso a las que estamos expuestos todos, hay otras que tampoco podemos evitar como los regalos de cumpleaños o los detalles de aniversario.
Hasta esos gastos que aún no realizas deben entrar en tu presupuesto para determinar si vas a poder con otro financiamiento.
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Un buen historial crediticio es crucial para obtener un préstamo. Si has tenido problemas pasados, resuélvelos antes de solicitar crédito, ya que las visitas al Buró de Crédito afectan tu puntuación. Evita creer que los impagos se olvidarán y toma medidas para mejorar tu historial antes de buscar financiamiento.
Si llegaste a este paso, llegó la hora de enfocarte en tu crédito ¡Conócelos!
Conocer qué financiamientos existen no solo te ayudará, evidentemente, a saber qué opciones hay, sino a identificar en qué casos son convenientes.
Existen dos tipos de tarjetas de crédito:
Estos dos también son muy famosos; seguramente has escuchado de ellos, sobre todo si tienes una cuenta de ahorros o en tu trabajo te depositan en una tarjeta de nómina.
En esta categoría entran los créditos que no puedes usar más que para el fin específico para el que fueron creados. Algunos son:
Este punto es importante porque aquí descartarás los financiamientos que de plano no te sirven o no te convienen del todo por tu tipo de necesidad.
Por ejemplo, si tú quieres dejar de tener ocho deudas en ocho tarjetas de crédito, los financiamientos que te convienen son:
¿Por qué? Pues porque con la tarjeta podrás hacer una transferencia de saldos, es decir, pasar tus deudas a otro banco que te ofrezca una tasa de interés menor.
Puedes verlo de esta forma:
Imagina que tienes una deuda en tu tarjeta American Express, otra en Bancomer y las transfieres a una tarjeta Santander, en la cual te cobrarán menos intereses y así liquidarla te saldrá más barato.
En palabras simples, lo que pasó fue: Santander pagó por ti la deuda que tenías con American Express y Bancomer; ahora tú tendrás que pagarle a Santander el mismo monto que debías pero a una tasa de interés más barata.
Por otra parte, con un crédito personal o de nómina, lo que harás es liquidar el saldo de todas tus tarjetas y ahora solo tendrás una deuda que deberás pagarle al otorgante que te aprobó el crédito.
Ya que detectaste los que resuelven tu necesidad, fíjate muy bien en esto:
Después de elegir cuidadosamente tu crédito ideal, asegúrate de evitar problemas de pago. Imprime la tabla de amortización y registra las fechas de pago en tu calendario. No descuides los recordatorios en tu celular para garantizar una gestión eficaz de los pagos.
Hacerlo podría traer consecuencias como aumento en la tasa de interés o comisiones.
Parte de la responsabilidad consiste en conocer las “letras pequeñitas”, así que no temas en preguntar, por ejemplo, qué pasa si quieres adelantar pagos, o si tu financiamiento incluye algún seguro.
Si no hay comisiones y tienes el camino libre para adelantar pagos, hazlo. Intenta no hacer compras “grandes” y mejor invierte ese dinero en liquidar tu crédito lo antes posible, esto te dará salud financiera y mental.