¿Cómo elegir la mejor tarjeta de crédito?

Para elegir la mejor tarjeta de crédito debes considerar tu capacidad de pago, tus ingresos, los consumos que tienes cada mes, tu historial crediticio y las tasas de interés que te ofrecen, de forma que selecciones el producto que se acomode más a tus necesidades y puedas obtener los máximos beneficios.

Contar con una tarjeta de crédito puede brindarte múltiples ventajas como:

• Posibilidad de diferir los pagos de tus compras.
• Evitar cargar con dinero en efectivo.
• Juntar tus gastos en un pago mensual.
• Tener acceso a cierta cantidad de dinero antes de cobrar tu nómina.

Sin embargo, es importante que conozcas algunos consejos que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) comparte, para que puedas elegir el mejor producto para ti.

1. Considera la forma en que realizas tus pagos

Si eres una persona que paga sus compras de forma regular al 100%, es decir un totalero, es importante que tomes en cuenta la cuota anual de la tarjeta de crédito que elijas. En caso de que seas de las personas que eligen pagar al mes los montos mínimos o solo un poco más del saldo de tu deuda, es necesario que consideres la tasa de interés mensual que te ofrecen y deberás pagar cada período.

2. Toma en cuenta el total de tus ingresos

Antes de pensar en una tarjeta de crédito debes considerar el total de los ingresos que recibes mes con mes, y con esa base identificar el tipo de tarjeta que puedes tener (clásica, premium, platino, etc.), eligiendo aquella que tenga un límite de crédito que no exceda el dinero que recibes.

Además, también debes tomar en cuenta las deudas que debas pagar y cualquier otro compromiso financiero que tengas, para seleccionar el producto en función de tu capacidad de pago.

3. Toma en cuenta los gastos y consumos que harás con la tarjeta

Piensa en el uso que le darás a tu tarjeta de crédito, si la utilizarás solo para emergencias, si deseas aprovechar alguna promoción, si quieres comprar a meses sin intereses o si será parte de tus compras regulares.

Si la usarás de forma cotidiana es importante que revises detenidamente los intereses que te cobrarán y los pagos que deberás hacer, e incluso las comisiones por las compras en línea, la domiciliación de pagos, las consultas de saldo o la disposición en efectivo.

4. Conoce tu historial crediticio

Si cuentas con un historial de crédito positivo, no te has atrasado con tus pagos o has tenido problema alguno con esto, probablemente puedas acceder a cualquier tarjeta de crédito sin inconvenientes, pero en caso de que no, es posible que tengas ciertos obstáculos.

Recuerda que para las entidades financieras que tienen estos productos es importante que cuentes con un buen historial, que consultarán en el Buró o el Círculo de Crédito. Antes de que consideres la responsabilidad de una tarjeta, procura mantener el mejor comportamiento de pagos posible.

En caso de que no cuentes con créditos anteriores, puede ser aún más complicado acceder a ese dinero extra que necesitas, pero existen empresas que ofrecen préstamos especiales para comenzar tu historial con montos menores como $10,000 pesos, un crédito que funciona como un gran primer aliado que te ayudará a incursionar en este ámbito financiero, para que posteriormente puedas acceder a cantidades mayores y otros créditos.

5. Conoce por completo todos los intereses y las comisiones de la tarjeta

Es importante que antes de elegir cualquier producto crediticio preguntes todas las dudas que tengas, incluyendo los montos precisos que pagarás como el CAT (Costo Anual Total), la tasa de interés mensual y anual, el pago de anualidad y cualquier comisión o gasto de cobranza de la empresa.

Adicional a los puntos anteriores, puedes consultar el Catálogo de Tarjetas de Crédito de la CONDUSEF, el cual compara las instituciones que ofrecen estos productos, los pagos mínimos y las distintas condiciones de cada una para que elijas la que mejor se adapte a tus necesidades.

Las tarjetas de crédito pueden ser una excelente opción para tener acceso a cierta cantidad de dinero antes de que cobres tu nómina, pero asegúrate de administrarlas correctamente para que no se conviertan en una bola de nieve que sea imposible pagar en un futuro.

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