En este artículo explicaremos qué tipos de financiamientos existen, para que sepas cuál es conveniente para ti y, sobre todo, en qué debes fijarte al pedir un crédito.
No hacerlo puede llevarte a compartir la historia de nuestro amigo Juan...
Juan decidió irse de vacaciones y, para no tener que estar cuidando sus gastos, se le ocurrió ir al banco a aceptar el crédito de nómina que desde hace tres meses les estaban ofreciendo.
Fue a la sucursal más cercana a su oficina y mientras el ejecutivo le hablaba sobre comisiones de apertura, tasas de interés y tabla de amortización, él solo estaba pensando en playa, mar y diversión.
Todo iba de maravilla hasta que meses después se dio cuenta de que aceptó un crédito con una tasa de interés altísima y, además, le cobraban un seguro mensual, así que, por más que pagaba, la deuda bajaba prácticamente nada.
Si hubiera puesto un poco más de atención aquel día en la sucursal, seguramente lo habría pensado mejor o por lo menos hubiera pedido menos dinero.
Desafortunadamente, a muchos sí. Y es que tomar la decisión de solicitar un crédito no es algo que debas de tomar a la ligera, pues así como son una herramienta que te saca de un aprieto inmediato, también puede poner en riesgo tu economía.
Conocer qué financiamientos existen no solo te ayudará, evidentemente, a saber qué opciones hay, sino a identificar en qué casos son convenientes y cuáles son sus requisitos si es que deseas obtener uno.
Tal vez el crédito más conocido. Una tarjeta de crédito es la combinación de un crédito revolvente (que puedes usar repetidamente) y de un plástico con el que accedes a los fondos.
Puedes usarla en los comercios que acepten este medio de pago para comprar productos y servicios sin desembolsar efectivo.
Existen dos tipos de tarjetas de crédito:
Dependiendo de tu historial, los bancos van a determinar la cantidad máxima de dinero que podrás gastar con tu tarjeta, a eso se le llama línea de crédito.
El dinero que vayas usando de esa línea deberás pagarlo con base en dos fechas:
Considera que tendrás disponibles tres opciones:
Todos estos conceptos (y otros más), el banco los consolidará mes con mes y te los enviará en un documento denominado Estado de Cuenta, con el objetivo de que sepas con claridad en qué gastaste y cuánto.
Aunque los requisitos pueden variar dependiendo el banco y el tipo de tarjeta, esto necesitarás para solicitar una:
Estos dos también son muy famosos; seguramente has escuchado de ellos, sobre todo si tienes una cuenta de ahorros o en tu trabajo te depositan en una tarjeta de nómina.
Una vez que tu crédito fue aprobado, el banco te permitirá elegir en cuánto tiempo pagar la cantidad que solicitaste y la periodicidad de cobro, es decir, si prefieres pagar por quincena o por mes.
Debes de saber que mientras menos tardes en pagar, menor será la tasa de interés de tu préstamo.
Acordados los términos de pago, el banco te dará una tabla de amortización, en la cual quedarán definidos no solo todos tus pagos sino cuánto deberás saldar en cada uno, incluída ya la tasa de interés.
Aunque los requisitos de cada otorgante podrían tener algunas variantes, por lo general necesitarás cumplir con esto:
En esta categoría entran los créditos que no puedes usar más que para el fin específico para el que fueron creados. Algunos son:
Cuando deseas comprar una casa y no tienes dinero para pagarla de contado (como casi todos), un crédito hipotecario es la oportunidad de adquirirla, ya que es un préstamo que se hace a largo plazo, el cual está respaldado en la hipoteca de la casa que quieres comprar.
Cuando de pagar se trata, existen tres tipos de tasas de interés en un crédito hipotecario:
Un crédito para negocios es un préstamo que te hace alguna institución financiera para que puedas iniciar algún negocio o, en caso de que ya tengas uno, aumentes tu capacidad de inversión.
Al estar destinados a empresarios, la cantidad de dinero que puedes obtener es mucho mayor en comparación, por ejemplo, a un crédito personal o a una tarjeta de crédito.
Las posibilidades que tienes para solicitar un crédito para tu negocio es a través de bancos, inversionistas, tarjetas corporativas, programas del gobierno y créditos con garantías hipotecarias.
La documentación para solicitar uno de estos financiamiento es:
Un crédito automotriz es el financiamiento que da un otorgante para la compra de un auto, ya sea nuevo o usado. Obtenerlo implica pagar el coche en un periodo determinado y a una tasa de interés específica.
Para acceder a este crédito, debes pagar un enganche, el cual es, en promedio, del 20% del total del valor del vehículo; el resto lo liquidas en pagos mensuales, los cuales se determinan por el monto del enganche.
La documentación para solicitar un crédito automotriz es:
Como pudiste darte cuenta, las necesidades que te motivan a solicitar un crédito son diferentes, por eso es importante conocer qué financiamientos están a tu disposición.
Al escoger un crédito, sea del tipo que sea (hipotecario, automotriz, para negocios o tarjeta de crédito), es necesario que consideres lo siguiente para que tomes una decisión que te beneficie al momento de pagar.
Identificar qué tipos hay y qué aspectos analizar, son las mejores herramientas para elegir el mejor crédito. Tomarlas en cuenta te ayudará a que el tiempo que tardarás en pagarlo sea mucho más llevadero para tu tranquilidad y tus finanzas.