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Como usar un crédito a tu favor

Redacción por Credifiel / 09-feb-2018 18:00:00

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Mucha gente piensa en un crédito como si fuera dinero gratis, olvidando que un banco no es la hermana de la caridad que procura a los que menos tienen. El crédito es un servicio financiero que tiene un costo específico que debe ser pagado por quien lo contrata: la tasa de interés.

 

Lo anterior expresa que existe cierto temor a sufrir de clonaciones de tarjetas, cargos no reconocidos o robos de identidad que afecten directamente en la economía.

 

Lo que muchos no saben es que cada vez es más seguro hacer este tipo de transacciones, pues las empresas cuentan con filtros de seguridad que evitan cualquier daño financiero a sus clientes.

Desafortunadamente, este miedo ha impedido que se aprovechen las ventajas de hacer compras por medio de Internet, mismas que enlistaremos a continuación:

 

  • Ofertas: algunas tiendas tienen descuentos y promociones si se realiza la compra en línea, lo cual representa un alivio a tu bolsillo ya que puedes captar ofertas de manera rápida y cómoda desde tu hogar.

 

Además, puedes registrar tu correo electrónico para que se te notifique en el momento exacto cuando un producto o servicio ha bajado de precio.

 

  • El crédito es un préstamo no garantizado que otorga alguna entidad bancaria o financiera con la finalidad de reunir la liquidez necesaria para realizar alguna transacción.

Un préstamo de este tipo te permite comprar bienes y servicios en el presente para pagarlo en el futuro. Desde luego, todo esto viene con una cuota que debes cubrir por contratar un servicio de adelanto de dinero.

Si eres inteligente, pagarás el saldo completo cuando debas hacerlo y usarás el dinero del banco con inteligencia, así evitarás un sobreendeudamiento o una situación complicada en la que no puedas cumplir con tus compromisos económicos.

Aquellos que no pagan la factura en su totalidad cada mes y hacen compras adicionales pronto se ven abrumados por los pagos de intereses, dando como resultado un saldo creciente.

 

Esto es tóxico para tu salud financiera y puede afectar tu calificación crediticia.

 

Un crédito ofrece la comodidad de aumentar tu poder adquisitivo. Un crédito te facilitará la realización de transacciones por montos elevados que exceden tu ingreso mensual, pero que puedes costear durante un periodo de tiempo más largo.

 

Así podrás realizar proyectos que tengas en mente como viajar, comprar un automóvil o remodelar tu casa. Las entidades bancarias y financieras han hecho un pésimo trabajo al promocionar los créditos como como símbolos de estatus y boletos a la libertad cuando en realidad son un servicio que se debe utilizar con prudencia.

 

Para usar un crédito a tu favor tienes que saber cuáles son las condiciones de contratación y las obligaciones que adquieres. Así podrás pagar a tiempo, pagar el menor monto por intereses y saldar tu deuda de forma adecuada.

Antes de contratar un crédito, verifica cuáles son los términos y condiciones que determinarán el costo total del servicio.

Tendrías que estar loco para aceptar un crédito sin saber cuál será la tasa de interés, el periodo contratado, las comisiones correspondientes por el servicio y las penalizaciones que podrías sufrir si no cumples con los pagos.

Cuando vayas a contratar un crédito, asegúrate de saber cuál es la tasa de interés que deberás cubrir. Esta tasa es un porcentaje que se cobra sobre el monto total adeudado, por lo que los intereses mensuales deben reducirse conforme pagas el préstamo que solicitaste.

Algunas instituciones bancarias y financieras ofrecen una tasa fija, pero hay otras que te pueden proponer la contratación de una tasa variable. La tasa fija puede ser más conveniente porque te permitirá saber exactamente cuál será el porcentaje que tendrás que pagar por los intereses.

La tasa variable puede ser un arma de doble filo, si las tasas de referencia en los mercados bajan, te beneficiarás con una tasa inferior, si suben, saldrás perjudicado porque tendrás que pagar más por el préstamo.

Algunos entidades bancarias y financieras ofrecen tasas variables vinculadas a tasas de interés u otros indicadores de la economía. Esto no siempre es un problema. Sin embargo, estar al pendiente de estos datos puede ser complicado.

 

A menos que seas un economista dedicado a estos temas, lo mejor será pedir una tasa fija. La tasa de interés puede convertirse en un dolor de cabeza si no te aseguras de pagar a tiempo el crédito que hayas contratado.

 

Si dejas de pagar, el monto adeudado original seguirá ahí, pero lo que tendrás que pagar por intereses que crecerán como la espuma. Un usuario inteligente del crédito paga la factura en su totalidad cada mes para solo pagar por el servicio contratado.

Cuando vayas a contratar un crédito asegúrate de tener disponible cada mes la cantidad de dinero que necesitarás para pagar tu crédito y los intereses correspondientes. Cuando vayas a contratar, pregunta cuánto tendrás que pagar al mes.

 

Piensa en tus gastos mensuales regulares. Si te sobra la cantidad que necesitas y un poco más, puedes solicitar ese préstamo. Procura mantener los pagos mensuales en el nivel más bajo posible. Algunos expertos recomiendan que no pagues más del 30% de tu sueldo mensual para pagar un servicio de préstamos.

 

Si sobrepasas este límite, es probable que en algún mes no puedas cumplir. Los gastos extraordinarios te podrían afectar severamente si tienes que usar la mitad de tu ingreso para saldar el crédito.

Asegúrate de pagar la cantidad adeudada o un poco más cada mes. Nunca pagues el mínimo ni dejes de pagar, esto generaría penalizaciones que aumentarán el monto de tu deuda. Esto te permitirá ahorrar dinero porque no habrá recargos, comisiones extras ni intereses crecientes.

Un buen historial de pagos de los créditos que has pedido a lo largo de tu vida queda registrado en el buró de crédito. Mientras mejor sea tu historial, podrás encontrar mejores opciones de financiamiento.

Recuerda mantener a la mano los documentos de la contratación de tu crédito y la información de contacto de la institución que hayas contratado. Así podrás estar resolver cualquier duda que surja sobre los servicios de préstamo que hayas solicitado.

Una revisión regular de tu historial crediticio es vital para mantener una sólida calificación de crédito y protegerte contra el robo de identidad.

 

Por lo general, el historial crediticio contiene información de identificación personal, un resumen de crédito, historial de cuenta, consultas, cobros y registros públicos.

 

Todo esto es lo que los prestadores de servicios financieros consultan en el buró de crédito para saber si eres un riesgo o si eres apto para contratar préstamos.

 

Tu historial crediticio contiene toda la información de los pagos que has hecho y los que no, de las deudas que tienes contratadas, de los periodos de crédito que has contratado y de los tipos de créditos que has utilizado.

 

Aquí tienes seis puntos básicos para que sepas cómo utilizar un crédito a tu favor:

1. Términos y condiciones: revisa a profundidad a qué te estás obligando cuando contratas un crédito.

2. Recibos: guarda los recibos que se generen y toda la información sobre los pagos que has realizado. Así será más fácil realizar cualquier aclaración. Puedes utilizar tu estado de cuenta para cotejar la información y saber cuál es el estado mensual de tu crédito. Si notas alguna irregularidad, ve de inmediato a revisar si hay algún problema.

3. Pagos regulares: antes de contratar elabora un plan para pagar el saldo completo cada mes. Si te das cuenta de que no puedes cubrir las mensualidades y quedarte con un poco de dinero extra, no es buena idea contratar ese crédito. Puedes solicitar un monto menor que se adapte a tus posibilidades.

4. Evita los cargos por pagos atrasados: realiza siempre el pago antes de la fecha de vencimiento para evitar cargos por demoras.

5. Compras de rutina: no uses el dinero de tu crédito para comprar cosas lo que no necesitas ni para hacer compras rutinarias. Usa el crédito para lo que lo contrataste: empezar un negocio, comprar un auto, mejorar tu casa, etc.

6. Protege tu información: no compartas la información de tu crédito con ninguna persona que llame por teléfono con el pretexto de "verificar" tu información personal o "corregir" un problema. Con seguridad, es una estafa.

Te invitamos a descargar nuestro estudio “Las ventajas financieras de un crédito”, te contaremos cómo y por qué un servicio financiero de este tipo puede ser una excelente opción para cumplir tus sueños.

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