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Identifica los pasos para consolidar tus deudas

Redacción por Credifiel / 05-jun-2018 9:33:06

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En este artículo nos encargaremos de decirte qué es y cómo funciona una consolidación de deuda, qué perfil debes cumplir si estás interesado, y cuáles son las ventajas y desventajas de solicitarla.

 

Alejandro tiene un trabajo estable y aunque no le sobra el dinero, genera los ingresos necesarios para seguir pagando las deudas, entre ellas, sus tarjetas de crédito.

 

Hace un año se fue de viaje y dividió todos sus gastos entre las tres tarjetas de crédito que tenía, según él para aprovechar las distintas fechas de corte y así no estar tan apresurado con los pagos.

 

Desafortunadamente, con el tiempo siguió usando sus tarjetas y, como a cualquier persona, le surgieron otros gastos que no tenía contemplados.

 

Aunque se tardó varios meses, empezó a notar que por tener nuevos gastos, cada vez pagaba menos en sus tarjetas de crédito y, al ritmo que iba, estaba más cerca de pagar el mínimo que de pagar el saldo total.

 

Cuando más preocupado estaba, se enteró de que existía una alternativa que le ayudaría a que sus deudas le resultaran más baratas y por ende menos complicadas de saldar.

 

Esta opción resultó ser una consolidación de deuda.

¿Te suena familiar?

¿Has estado o estás en una situación similar a la de Alejandro?

¿Te interesa conocer a detalle de qué se trata esta opción?

 

Lo primero que debes saber es:

Actualmente existen dos formas de consolidar una deuda: 

  • Con una tarjeta de crédito
  • Con un crédito personal o de nómina

1.- Tarjeta de crédito

El “nombre oficial” es Transferencia de Saldos, la cual, como ya te puedes ir imaginando por lo que te hemos venido contando, consiste en pasar la deuda que tienes en tu tarjeta de crédito a otro banco que te ofrezca una tasa de interés menor, de esta forma reduces bastante el monto que estás pagando por concepto de intereses.

 

¿Y cómo funciona una transferencia de saldos?

 

Te lo explicamos con un ejemplo:

Imagina que tienes una deuda en tu tarjeta American Express y la transfieres a una tarjeta Santander, en la cual te cobrarán menos intereses y así liquidarla te saldrá más barato.

 

En palabras simples, lo que pasó fue:

Santander pagó por ti la deuda que tenías con American Express y ahora tú tendrás que pagarle a Santander el mismo monto que debías pero a una tasa de interés más barata.

 

¿Por qué hacen esto los bancos?

Pues es una de las muchas tácticas que tienen para “robarle” clientes a la competencia.

 

¿Todos aplican para una transferencia de saldos?

No, de hecho, los bancos reservan la autorización de esta operación a los usuarios con buen historial crediticio y que no están sobre endeudados, pues deben asegurarse que la persona tiene los recursos para seguir pagando.

 

Desafortunadamente, esto puede significar una limitante, pues, seamos sinceros: muchas veces, las personas que desean transferir su saldo son aquellas que, por una u otra razón, dejaron crecer la “bola de nieve” y ya no pueden pagar ni el mínimo en sus tarjetas de crédito.

Pero la verdad, esto tiene sentido.

 

¿A poco tú te animarías a pagar la deuda de un conocido sabiendo que no tiene dinero para pagar?

Las instituciones financieras si quieren ganar clientes, pero les interesa atraer a aquellos que pueden seguir pagando.

 

¿Cómo se obtiene una transferencia de saldos? 

  • Por invitación: algunos bancos hacen llegar a sus usuarios, a través de estados de cuenta, correos electrónicos o estados de cuenta, invitaciones para que obtengan una transferencia de saldos.
  • Tramitando una tarjeta para transferir tu saldo: en el mercado hay diferentes plásticos que ofrecen como beneficio principal las transferencias de saldos, los cuales simplifican las cosas para los usuarios que desean disminuir los intereses que están pagando.

Pasos para solicitar una transferencia de saldos

  1. Solicita tu nueva tarjeta (a la que transferirás el saldo): toma en cuenta que debes cumplir con cada requisito del nuevo plástico.
  2. Revisa tu nueva línea de crédito: si esta es menor a tu deuda con el otro banco, solicita una reconsideración mencionando que deseas realizar una transferencia de saldos.
  3. Solicita a la institución la transferencia: llama al banco para hacer la solicitud del movimiento para pagar tu "vieja tarjeta".
  4. Sigue pagando la deuda en tu "tarjeta vieja": después de solicitar la transferencia, pregunta en cuánto se reflejará tu saldo en ceros, pues cada banco contempla periodos diferentes.
  5. Concéntrate en pagar: la deuda transferida será dividida en pagos fijos, si fallas en alguno, tu mensualidad formará parte del saldo revolvente y te aplicarán la tasa regular de la tarjeta. Evítalo a toda costa. 

2.- Crédito personal o de nómina

Como ya te estás imaginando, con un crédito personal o de nómina, el objetivo es solicitar un préstamo para pagar las deudas que tengas (ya sea de tarjetas de crédito o de otro financiamiento que aún no terminas de pagar).

 

Si Alejandro optara por esta alternativa, lo que haría sería dejar de tener tres deudas en tres tarjetas de crédito distintas, y ahora preocuparse por pagarle a un solo banco una misma deuda.

 

Pero, ¿qué es un crédito personal y uno de nómina?

Un crédito de nómina es un préstamo cuyo pago quincenal o mensual es obtenido por el otorgante desde tu cuenta de nómina. Esto significa que si el pago mensual es de 3,000 pesos, esta cantidad se descontará de manera automática de lo que recibes en tu cuenta de nómina.

 

Por su parte, un crédito personal es prácticamente igual, con la diferencia de que el pago no está ligado a una cuenta de nómina, así que no te lo descontarán automáticamente de lo que percibes de sueldo.

¿Por qué son buena opción para consolidar tus deudas?

  • Porque no tienen un fin específico, así que los podrás usar para lo que quieras sin tener que estar avisándole al otorgante, algo que no sucede, por ejemplo, con un crédito automotriz.
  • Porque si los utilizas para pagar tus deudas, casi estarás realizando una transferencia de saldos, pues al final lo que harás es consolidar tu deuda y pagarla a una tasa de interés más atractiva.
  • Porque el trámite para obtenerlos es realmente ágil, pues el banco tiene los elementos suficientes para verificar tus datos y llevar a cabo un análisis crediticio. 

¿Qué necesitas para solicitar uno de estos créditos?

  • Aunque los requisitos de cada otorgante podrían tener algunas variantes, por lo general necesitarás cumplir con esto:
  • Recibir tu nómina o tener una cuenta de ahorros en el banco donde planeas solicitar tu crédito.
  • Ser mayor de edad y contar con identificación oficial vigente.
  • Tener una cuenta activa, ya sea de nómina o de débito, con seis meses de antigüedad.
  • Comprobante de domicilio y comprobantes de ingresos superiores a 2,000 pesos mensuales.

Ventajas de consolidar tus deudas

  • Combinas varios pagos en uno. Esto te permitirá organizarse mejor, además de la conveniencia de efectuar un solo pago en una misma institución.
  • Obtendrás intereses más bajos. La gran mayoría de las opciones para consolidar su deuda, tanto un préstamo personal o una línea de crédito, te ofrecen intereses mucho más convenientes.
  • Reduces los pagos mensuales. Si el interés de tu nuevo préstamo es menor, es muy posible que su pago mensual también lo sea. Además de que si pagas en tiempo y forma evitarás comisiones por retardo o morosidad.

Desventajas de consolidar las deudas

  • Podría costarte más dinero. A pesar de obtener un interés y pagos reducidos, si el periodo de repago es extenso, al final de la vida del préstamo puedes terminar pagando más.
  • Te podrías endeudar más. Ya sea por necesidad o por voluntad, si vuelves a usar las tarjetas que ya pagaste, te enfrentarías a pagar la deuda original más cualquier deuda nueva.
  • Efectos negativos en tu Score. Consolidar deudas puede afectar tu puntaje por cambiar la utilización de tu crédito. 

Toma la decisión correcta

Aunque consolidar una deuda es una de las opciones que están a tu disposición, te recomendamos seguir estos consejos para que siempre lleves un orden en tus gastos y nunca te veas comprometido.

 

  • No te arriesgues con compras que pondrán en riesgo tu economía o que sabes que exigirán esfuerzos máximos para ser saldadas.
  • Si ya tienes una deuda, comprométete a terminar de pagarla antes de realizar otro gasto.
  • Si manejas una tarjeta de crédito, haz buen uso de los meses sin intereses, son una herramienta muy útil para pagar a plazos.

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