Existe una enorme cantidad de dinero que se esfuma de la manos tus manos sin darte cuenta. Se trata de los gastos hormiga, esos que se van en compras innecesarias.
Si usas el auto para ir al trabajo, considera todo lo que gastas en gasolina, verificación y estacionamiento. Haz una suma de todo el dinero que inviertes en tu automóvil y anímate a ahorrar en serio.
Podrías pensar en usar el transporte público. O podrías organizarte con tus compañeros de trabajo para que utilicen un solo vehículo para ir al trabajo.
Uno de los gastos más fuertes que puedes realizar en tu día a día es comer fuera de casa.
Esta actividad, si se convierte en un hábito, puede consumir tus ingresos ya que podrías invertir en este consumo más de la mitad de tu presupuesto diario.
Para evitar este gasto todo lo que tienes qué hacer es organizarte y preparar tú mismo tus alimentos, para ya no desembolsar en algo que tú mismo te podrías preparar en la comodidad de tu hogar.
Debes evaluar tu consumo en cuanto a servicios de contenidos digitales, como Netflix o Spotify.
¿Casi no tienes tiempo este mes para ver series? Podría ser buena idea suspender el servicio de streaming para que analices si en verdad lo necesitas.
Es muy importante que cada mes elabores un presupuesto para tus diferentes gastos y que una vez que hayas anotado todo lo que vas a pagar, te limites a esos gastos.
Los gastos de última hora o no planeados son el peor enemigo para tu quincena.