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Deudas gigantes vs deudas chicas: ¡que ninguna te coma!

Escrito por Credifiel | 21-nov-2019 16:00:00

Sin lugar a duda, una de las mayores preocupaciones de la vida son las tan temidas deudas, pues queramos o no, tenemos que cubrirlas para no pasar situaciones que nos afecten de manera legal o en cuestiones crediticias. Aunque lo deseemos, son algo que siempre va a estar presente, esto en cantidades grandes o pequeñas.

 

Es por eso que debes de leer este artículo, ya que te vamos a mostrar los tipos deudas que te vas a encontrar a lo largo del camino y las consecuencias que te pueden traer en caso de que no las puedas cubrir. Pero no te preocupes, ya que de igual forma te contaremos algunos métodos de como deshacerte de las mismas.

¿Cuales son los tipos de deudas?

Los tipos de endeudamientos se dividen en 2 grupos:

 

  • Garantizadas: Se les conoce como deudas de garantía, en donde el patrimonio o propiedad se pueden utilizar como una forma de pago, esto para una situación en la que el susodicho cobro no se pueda llevar a cabo.

 

A esto se le llama embargo, y con esto la compañía encargada de realizar el préstamo no tiene manera de perder, pues si no cumples con lo establecido tiene todo el derecho a recuperar lo que ha sido proporcionado y puede que un poco más, eso según el contrato.

  • No garantizadas: A diferencia del punto anterior, no posee un aval como tal, pues las entidades no tienen ningún derecho a despojarte de tus propiedades. Sin embargo, se puede recibir una sanción en la que se pueden tomar acciones legales, entre ellas el famoso buró de crédito, uno al que ninguna persona quiere entrar.

Algunos ejemplos de endeudamientos

Ahora que conoces los tipos de deudas, te mencionamos algunos de los ejemplos más comunes, todo para que sepas cuales son las más importantes a cubrir. Aunque ¡mucho ojo!, todos los pagos son fundamentales, pero hay algunos a los que si se les debe tratar con un poco más de prioridad.

 

  • Financiamiento de mobiliarios: Es importante que tengamos muebles en nuestra casa o demás sitios, por ejemplo si somos dueños de algún consultorio u oficinas. Pero es aún más idóneo, cubrir la deuda que se ha generado por adquirir estos objetos.

Pues algunas tiendas necesitan que el crédito sea garantizado, así que no hay que dejar que ningún pago se pase por alto, al menos que desees que la inmobiliaria deje vacia tu casa con su respectiva orden de embargo.

 

  • Hipotecas: Esta es una de las deudas que debes considerar cómo una de las mayores prioridades a pagar, pues aunque puedes tener uno que otro retraso, lo recomendable es que no pase.

 

La compañía que te ha brindado tal crédito tiene el derecho de despojarte de tu propiedad en caso de que no se cumpla el trato, así que si compraste tu casa de esta manera, tienes que ver esta deuda en la parte más alta de tu lista de prioridades.

 

  • Tarjetas de Crédito: Estos plásticos pueden ser de gran ayuda para sacarnos de emergencias en más de una ocasión y para crearnos un historial crediticio favorable si es que se llegan a usar de manera prudente. De lo contrario, si se usan de una forma desmedida nos pueden traer problemas financieros que sí pueden afectar mucho a futuro.

 

Además, hay que tener en cuenta las tasas de interés, ya que si avanzan a grandes pasos, también será mucho el capital que vamos a tener que cubrir para mantenernos en números verdes.

 

  • Créditos de autos: La mayoría de agencias automotrices pueden otorgar créditos que pueden parecer accesibles, pero una vez hayas pagado el enganche y empieces a cubrir las mensualidades hay que tener mucha cautela. Esto se debe a que si llegan a existir atrasos, la agencia puede optar por despojarte de tu vehículo.

¿Qué soluciones tengo ante las deudas chicas y grandes?

Ahora que conoces los tipos deudas que puedes tener, es momento de conocer cómo solucionarlas y evitar que entidades financieras tomen medidas legales innecesarias.

 

Estas son:

 

  • Ten una cuenta de ahorros: Es importante que tengas este tipo de cuentas, pues en ellas podrás guardar de manera periódica dinero que va dirigido a las emergencias. Así, siempre que necesites complementar tus créditos a cubrir, tendrás una certeza de saber que existe un pequeño colchón que te salvará.
  • Solicita un crédito accesible: Hay algunas entidades financieras que pueden facilitarte un crédito, pero sobre todo hay que fijarse en los plazos a cubrir, el monto máximo y el tipo de pago que se puede efectuar.

 

Una de las compañías que te ofrecen mejores beneficios es Credifiel, pues te podemos prestar hasta $250,000 pesos en un lapso que abarca desde 12 hasta 48 meses.

  • Asesórate bien: Trata de contratar un asesor financiero para que te brinde opciones disponibles, así podrás saber qué decisiones tomar y que tus finanzas no resulten afectadas en el proceso. La mayoría de estos tienen una carrera especializada en las deudas y números, por lo cual no debes dudar en consultar uno.
  • Contrata un seguro: Siempre hay que estar asegurados para los accidentes, sobre todo para situaciones en las que la salud pueda estar implicada, es por eso que los seguros de vida son bastante útiles.

 

De esta manera aunque haya una incapacitación, tu familia estará cubierta en cuanto a finanzas, sobre todo para que no sufran de un embargo.

 

  • Presta atención a todas las deudas: Obviamente, las deudas más grandes son las que tenemos que atender con mayor prioridad pero no por esto hay que dejar de lado las pequeñas. Así que no olvides cubrir ambos tipos, pues a su medida ambas son importancia.

No te dejes consumir por todos estos cobros

Ahora que tienes ubicadas algunas de los soluciones que te pueden ayudar a pagar tus deudas, no dudes en ponerlas en práctica, así, dentro de poco tiempo tendrás tus finanzas en orden total y con esto la conciencia tranquila. recuerda que todo cargo es fundamental y se le debe tomar la importancia que merece.

 

Si trabajas en el sector público, no dudes en contactarnos, pues en Credifiel estamos dispuestos a brindarte un crédito personalizado. Tenemos plazos considerables y formas de pagos vía nómina y domiciliación, por lo cual ya no hay excusa para que abandones tus compromisos financieros.